Biografía
Gustavo Rodríguez
Gustavo Rodríguez (Lima, Perú, 1968) es escritor y comunicador.
Gustavo ha publicado las novelas “La furia de Aquiles”, “La risa de tu madre” (una de las finalista del Premio Herralde), “La semana tiene siete mujeres” (finalista del Premio Planeta-Casamérica), “Cocinero en su tinta”, “Te escribí mañana”, “Madrugada”, “Treinta kilómetros a la medianoche” y «Mamita», además de libros infantiles y juveniles que se leen en escuelas.
Con «Cien cuyes» ganó en 2023 el Premio Alfaguara de Novela.
Ha escrito también el libro de cuentos “Trece mentiras cortas” y es coautor de “Ampay Perú” y “Ampay Mujer”, libros con los que se propuso desnudar algunos mitos de su país.
Su libro “Traducciones Peruanas” recoge diez años de artículos suyos publicados en el diario El Comercio de Lima. También ha colaborado con la prestigiosa revista Etiqueta Negra.
En 2021 lanzó con marcado suceso un pódcast para el público hispanohablante a través de Podimo: “Machista con hijas”.
Los premios a la creatividad en publicidad que ha obtenido en el Perú y el extranjero suman más de un centenar, y varias de sus campañas han movilizado a su país.
El Consejo Nacional de Educación le confirió en 2006 el Premio al Periodismo en la categoría Internet. Ha sido condecorado por el Indecopi por su aporte creativo al desarrollo nacional. Además, ha promovido la lectura en escuelas como parte de la asociación Recreo.
Hoy es editor fundador del portal de opinión Jugo.pe.
Publicaciones
Mamita
Cuenta la excepcional historia de sus abuelos y de su madre, cuyos orígenes se remontan a inicios del siglo XX en la Amazonía peruana.
Cien cuyes
Una cuidadora de ancianos entra a un mundo de eutanasia clandestina, enfrentando dilemas éticos entre compasión, necesidad y justicia social.
Treinta kilómetros a la medianoche
Una pareja, una fiesta, una llamada que ningún padre desea recibir: su hija ha sufrido un accidente en una discoteca.
«Yo creo que la escritura es una artesanía. Cuando era joven quería demostrar que podía ser ingenioso. Luego, con el tiempo, fui atemperando eso y he cogido el humor de una manera más cervantina y menos quevediana.»